Borreguismo radical

A lo largo de los días leo, veo y oigo comentarios de personas de todo tipo de ideología y creencias. 

En muchos de ellos observo un factor común, la intención de defender lo indefendible mediante argumentos en los que se pinta con brocha gorda muy superficialmente.

Respeto y admiro a las personas que tienen unas convicciones determinadas y consecuentemente le dan a estas la valía justa que merecen, en lo bueno y en lo malo. 

Sin más miramientos afirmo que la plaga de borreguismo que aqueja las llanuras y abruptaciones de ciertas partes del globo, y más particularmente en este nuestro país, se contagia, ojo, en toda ideología, como la mala hierba.

A mi parecer, la semilla, se siembra en la tubería, porque el "gañote" a la hora del "chupe" crea fieles partidarios, hasta que el diámetro del conducto de las tragaderas se ensancha en otro lado. En ese momento, el borrego o la borrega, que tanto da que da lo mismo, cambia de nido. Ya se sabe, el "trinque", mandamiento primero. A nadie le amarga un dulce, ni cien, ni mil.

Con esta catadura moral, enderezar mentalidades es trabajo de chinos.

 Resulta comprensible para cualquier ciudadano de bien, que para sacar adelante a su familia, alguien caiga en la tentación del ¡SÍ BWANA! Lo inadmisible es que ya sea por servilismo o por ignorancia, piense que toda acción que lleva a cabo quien le da su parte de trigo, está bien hecha. Es más, afirmo con rotunda franqueza que quien abraza una creencia o ideología y no bebe de fuentes contrarias que a la larga le hagan reforzar dichos valores o abandonarlos por completo, son veletas sin rumbo fijo movidas por el viento que sople más fuerte. Lo peor, es que me da la impresión de que entre los que gestionan hay un porcentaje abrumador de borregos pastoreando. 









José Daniel Lloret Murillo

19 de Marzo de 2.018

Comentarios

Entradas populares