La campaña de las municipales

La que más y el que menos, sabe que la política es un oficio para el lanzador de cuchillos. Lanzadores y lanzadoras, pues está en auge el lenguaje inclusivo y de todo hay en la viña del señor. Despuntar hace mala vista y los que están por encima se dedican a taponar con un corcho la progresión del que vale bastante más que él o ella. Nada nuevo bajo el sol. 

Messi siempre estará agradecido a  Ronaldinho, personas así se encuentran pocas. 

Se aproximan las elecciones municipales y todo "quisqui" echa mano del comodín de la creación de empleo. Sin cortedad ninguna, prometen  poner fin a la triste penitencia que sufren los jóvenes que terminan sus estudios y no encuentran ni ofertas de empleo ni mercado para emprender. Así, todos los partidos. Siempre en fechas de campaña electoral. Se ve que el hormigón ahora está de oferta.

Pudiera esto ser comprensible en candidatos novatos que tienen  que buscar algún argumento de peso, pero me dolieron las córneas cuando leí que el partido pinza, esa coalición que puso a gobernar a los que están y que han tenido cuatro años ya  irrecuperables pues el tiempo no para jamás (aunque la localidad esté llena de parados) para tomar medidas de urgencia en materia de empleo, decir que su principal objetivo es luchar contra esta lacra que cada vez hunde más a la población. 

¡Con dos cojones!

Los que están  mandando, de momento (en Mayo ya veremos), cuando entren en debate se dedicarán a cambiar el tercio con el: "En estos cuatro años hemos hecho muchas cosas". Arreglar las calles y demás trabajos de urbanismo, lo que se hace en todos los pueblos de nuestra amada Andalucía. 

De pronóstico es que quien gobernaba en esta región, pusiesen sus mayorías en manos de semejantes "lumbreras" y con ello, el futuro de los andaluces. 

Mi mensaje a los jóvenes, a sus padres, a aquellos que tienen hijos pequeños, es la abstención. Es lo único que nos queda. 

José Daniel Lloret Murillo

25 de Marzo de 2.019