Elecciones Generales, la importancia de la identidad propia.

Tras la noche de triunfo del PSOE (al que ahora sí que podemos llamar socialista) y de fracaso del resto de agrupaciones de primer nivel, todo hace indicar que se avecina un gobierno por y para el español de "a pie". Esta derrota sin paliativos con la  que la democracia ha molido al bloque de derechas ha dejado en vergonzosa evidencia los discursitos del odio por la crispación, que son pintura esparcida a rodillo, nada han calado en las rugosidades modernas de la sociedad española del siglo XXI.

Muestra del garrulismo preponderante y belicista contra el sentido común ha sido repartir el voto entre tres para no ganar ninguno. Seguramente en estos momentos estén secando sus cínicas lágrimas con la bandera que defiende los valores de todos y cada uno de los españoles y no solamente los de de los garrulos de panfleto para exaltados. Las lágrimas del  hundimiento.

¡Buena película se les ha quedado!

Por otra parte, el secreto de Sánchez ha sido olvidar la palabra y justificarse con hechos. Tomó este rumbo, como señor espabilado que es, al percatarse que por pactar con el partido Ciudadanos en Andalucía, se perdió el gobierno en esta comunidad. El ojo del amo engorda el caballo.

Sin restar demérito a la pésima política en materia de empleo que se llevó a cabo en dicha Comunidad Autónoma. Ni al que asó la manteca se le ocurre dejar los votos que les darán o no el gobierno en manos de huevones incompetentes que a la vez son pésimos gestores e iletrados y por si esto fuera poco carecen de las luces necesarias. Me refiero con esto sobre todo al ámbito local, a la gestión de los pueblos.

Quizá debiera el futuro presidente Sánchez fijarse en algunas de las mujeres que hubo en el gobierno de la señora Díaz y arroparlas desde Madrid, pues las hay muy válidas.

La caída en picado de Podemos habrá quien piense que se debe al ya manido tema del Chalet, aunque pienso que ha perdido altísimas cantidades  de credibilidad al desbancar a Íñigo Errejón de primera figura.

Si Valverde tiene a Neymar para jugar junto a Messi y Suárez, no puede cederlo al Gerona. Y mucho menos si este lleva razón.

Como un servidor tiene ya una edad y no se fía ni de la ropa que lleva puesta, me queda la duda de si sucumbirá el gran ganador de las Generales a los cantos de sirena varada de Albertito tercero de Barcelona. Esto sería un error monumental, pues su secreto no ha sido otro que mantener su identidad Socialista.

¡Que ahora sí! Se le puede llamar así al PSOE.












José Daniel Lloret Murillo

29 de Abril de 2019

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