Ingenierías varias. Capítulo 1

Como era de esperar, no se sabía por donde iba a saltar el jabalí herido, ni si se saldría del tiesto o no. ¡Hala! Pues ya lo sabemos. Al final cada uno lo suyo más el que no pinta, a pesar de ser este un enamorado de la brocha gorda. La era del bricolaje de tantos y tantos años de oídos que solamente escuchaban y lo que se escuchaba parecía religión pasaron a la his-to-ria.

- Pues yo no estoy de acuerdo.
- ¡Revolucionario! (era la respuesta típica en la finca de "Los borreguiles").

No hace mucho, se escuchó un servilista levantar la liebre de la dimisión, sin galgo ni nada. El jabalí vadeó la corriente y atrochó por entre las jaras.

Se ve muy claramente que el futuro que tradicionalmente permaneció aquietado por el "esto, esto y esto. Es lo que hay" vive plenamente la época de la información, y la venta de humo cada vez será más complicada. Ya veréis cuando estos se rebelen y ell@s sean quienes decidan...

El ganar sin ganar pues en cualquier momento te ganan, es una putada, ganada sin haber ganado pues el "ganado" al final no quiso que ganaran, ni sumaran. 

Ceder el paso, solamente lo han cedido los de siempre y justo es decirlo, aquellos que giran a la derecha. Pues en la pérfida rotonda de los egos y la notoriedad, las más que acabadas, inservibles ,"viejas glorias" continúan aprovechándose sin miramientos de la buena imagen de los miembros más jóvenes para conseguir las herramientas necesarias para el desgobierno. Y tras esto, disimuladamente, los van echando a la cola, a ver si hay suerte y no salen elegidos. La mediocridad suele encargarse con su retorcida indignidad ética, de apartar de la foto a aquellos que despuntan.

"A ese no se la paso, no vaya a ser que tire bien y marque un gol. Tiro yo, si fallo no pasa nada. Si se pierde, se pierde y ya está. Pero la foto es mía". 

Hay quien se ha cargado ya  del todo las bisagras de su puerta con la intención de continuar acaparando el protagonismo pintándola de un color que no convence para nada a los que le ayudaron a comprarla. El falso rojo es color de cainitas y desagrada al resto del "vulgo".

A pesar de lo que algunos piensan, muchos aún en caliente, incluso de los suyos, el nuevo tomó la decisión más correcta y viable. "Hay más días que ollas". 

Ojalá algún nuevo grupo con la fachada pintada de auténtico rojo sentado en la casa grande. Y que yo lo vea.

Muy importante recordar esto, no destaquéis, si os movéis no salís en la foto.

"Un, dos, tres. Pollito inglés".









José Daniel Lloret Murillo

18 de Junio de 2019






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