"Las primarias del PSOE". La desvergüenza en adobo.

Ayer, por la mañana, tras realizar algunos rutinarios menesteres de la vida diaria de un servidor, puse la televisión y sorprendido, descubrí que se estaba emitiendo el debate de las Primarias del Partido Socialista Obrero Español. De dicho nombre, resultaría de muy buen gusto, eliminar lo de Socialista y lo de Obrero, para así agregarle exactitud.

El encuadre de la imagen parecía la rueda de prensa del Alí contra Foreman, pero en su versión más vergonzosa. Y en el centro, para poner orden, el que ni pinchaba ni cortaba en aquella cita, representado la figura del chaquetero por antonomasia. Garrulismo contra pijerío,  y en el medio la inerte presencia del "buscasombras".

No se podía esperar menos de un partido que se asemeja a una infección gonorreica en la anatomía de la falsamente denominada democracia. Por supuesto, la credibilidad renegó de ser relacionada con tan patético esperpento y desapareció "echando leches" a la velocidad del hijo del viento.

Cuando el vencedor, sea quien sea (pues lo mismo da, que da lo mismo) se coloque la corona de laurel, las circunstancias del país desgraciadamente seguirán siendo las mismas con una decadente evolución a peor. Persistiremos en el encorsetamiento sistemático, la expansión de la desigualdad, la bajada de calidad de los servicios básicos y la normalización del analfabetismo.

La oposición a abrir los corchetes que nos ahogan, (sin llegar a matarnos, porque tras un fin siempre brota un inicio) hace que caminemos exhaustos por la senda del subsistir, como el burro que tira del arado de día y de noche a cambio de una zanahoria que está picada por los lados.

Mientras tanto, pasa el tiempo y seguimos igual de jodidos.

PD: Mi máximo respeto y reconocimiento a aquellos dirigentes socialistas de poblaciones pequeñas que realizan una labor fundamental, realmente beneficiosa logrando el mayor bienestar  para sus poblaciones.

Y mi asco profundo a la bazofia que fomenta las redes clientelares y la corrupción sistemática.

José Daniel Lloret Murillo

16 - mayo de 2017